Hola Soy Daniela, Orgullosamente Venezolana, Ingeniero Civil de profesión, Chef pastelera como segunda profesión y repostera de corazón; madre de tres bellezas, esposa de un gran hombre y amiga de mis amigos.
Si les digo que crecí entre reposteras y cocineras profesionales sería una gran mentira, lo que si es verdad, es que crecí en una casa llena de mujeres autodidactas que hacían de todo, siempre vi a mi abuela, mi madre, mis tías haciendo algo, desde coser, hacer manualidades, pintar la casa, cocinar de todo, hasta reparar cosas que debían hacer los hombres. Mi abuela no me dejaba hacer mucho, era consentida, no sé si estuvo bien o mal, lo que si sé es que tenía una súper abuela que lo hacía todo y cuando digo todo es todo y por supuesto lo más rico y lo mejor era lo que salía de sus manos, recuerdo sus dulces de temporada que preparaba para que mis primas y yo merendáramos, siempre había algo que merendar, un bizcochito sabroso, natillas, manjares de naranja, toronja y limón, Jugo de mango verde, carato, dulce de higo, mermelada de guayaba , y todo hecho con frutas del patio de la casa, más que espectacular, nunca tuve interés en ver como hacía las cosas, sólo me lo comía (Risa) cosa que me arrepiento, por que como me hubiese gustado aprender a preparar el dulce de higo como el de ella, era lo máximo; aunque no me interesé en aprender todo aquello, cuando crecí fue saliendo de mi esa pastelera que llevo dentro.
Empecé en casa, de adolescente, creo que todas empezamos así, haciendo postres para darle a nuestra familia, y matar antojitos personales, recuerdo que lo que preparaba siempre, era helado de toddy o taco, leche condensada ( leche en polvo, azúcar y un poquito de agua) gelatina con flan y lo más profesional marquesas de chocolate, de melocotón, limón y las de pudin de tres sabores (chocolate, fresa, vainilla o caramelo) todas a base de galletas María, pues eran las recetas que traía el empaque de las galletas. (Risa).
Pasan los años, me caso, tengo hijos, esto implica cocinar mañana, tarde y noche (Risa) .¿Lo hago bien? Si. Me considero una buena cocinera, de hecho me gusta mucho, pero me empezó a interesar más la parte del postre, pues soy súper dulcera y de allí mi amor por preparar siempre cosas ricas y azucaradas.
Pasa un tiempito y nace la idea de abrir un negocio de repostería a raíz de que tengo una tía que hace tortas decoradas de merengue, fondant, gelatinas decoradas espectaculares, etc. Todo comenzó en un llévame y trae, como yo vivía en la ciudad de Maracay y ella estaba en mi pueblo natal Villa de Cura, pues siempre me pedía que le llevara productos de repostería que no se conseguían allá, por este motivo montamos un pequeño negocio de repostería y de la mano de mi tía empezamos a ofrecer tartas de cumpleaños por encargo y una variedad de productos referentes a este mundo reposteril. Al ver que me faltaba experiencia decido formarme para mejorar y poder ofrecer productos de calidad.
El cuento es largo, pero resumiré. Mientras tuve el negocio viví días de mucha alegría, de vivir experiencias maravillosas, de mucho trabajo, de estrés, de robos, de subidas de tensión, de viajes diarios, de cursos, trasnocho, de dividir mis tareas del hogar con las del negocio, días de mucho esfuerzo, dedicación y constancia, todo por mantenerme activa en un país en coma donde cada vez las cosas eran más difíciles de conseguir, donde reinaba la inseguridad y el desánimo invadía mi mente, todo esto acabó con aquel sueño que hice realidad un 12 mayo del 2012. Recuerdo abrimos para un día de las madres, fue un día maravilloso.
Pasa el tiempo, decido cerrar el negocio; en Venezuela se ponen las cosas cada vez peor, teníamos en mente migrar, no sabíamos cuando, pero por el futuro de nuestros hijos sabíamos que lo haríamos en algún momento , sin embargo en medio de esa hipótesis, decido formarme como Chef Pastelera para aumentar mis conocimientos y así ofrecer desde mi casa mejores productos e iniciar proyectos que tenía en mente. Termino la carrera en agosto del año 2017 y ese mismo mes salimos de Venezuela para España.
Y aquí estamos, empezando de nuevo, en un país maravilloso, en una ciudad acogedora, a gusto, adaptados y luchando por conseguir y cumplir metas que teníamos en mente en nuestro país.
La cuarentena me ayudó a dar este paso, a emprender en medio de una crisis mundial, en donde todos pasamos a ser iguales, en donde la ansiedad y la incertidumbre te lleva a hacer cosas diferentes. Por este motivo decidí compartir con ustedes cada una de mis experiencias en la cocina, espero les guste, les sirva y lo disfruten tanto como yo.
No dejen de acompañarme en este dulce viaje de la repostería y pastelería, donde aprenderemos juntos, y disfrutaremos de la cocina como nunca.
Haz que tus momentos más importantes sean dulcemente inolvidable.
Los quiero muchote.
Dani.
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